La pandemia nos está poniendo en una situación crítica. La imposibilidad de realizar eventos nos lleva a una situación financiera muy complicada.
La situación de las familias con las que trabajamos es tan extrema, que tenemos que destinar gran parte de nuestros recursos a alimentar a cientos de personas que no pueden permitirse ni un plato de arroz diario.
Más de 800 niños dependen anualmente de nuestro trabajo para recibir alimentación, educación y protección ante las mafias de prostitución y explotación laboral infantil.
Desde marzo las escuelas están cerradas. Por lo que nos hemos visto obligados a llevar la escuela a las comunidades, incrementando costes que no tenemos con qué pagar.
No podemos olvidarnos de los más de 800 niños que necesitan tu ayuda.