El fin de curso es un momento de reflexión y alegría, especialmente para los niños que forman parte de los proyectos de Colabora Birmania en Tailandia. Este año, hemos sido testigos de una vez más de cómo las aulas se vacían, dejando atrás los exámenes, pero también muchos momentos de esfuerzo, aprendizaje y crecimiento. En nuestras escuelas, como la Chicken School y la Escuela KM42, los niños no solo aprenden materias académicas, sino también valores de solidaridad, esfuerzo y comunidad.

El fin de curso en Colabora Birmania marca el cierre de un capítulo lleno de emociones. Las risas y los bailes de la fiesta de fin de curso siguen presentes en el aire, mientras los niños se despiden temporalmente de las aulas, pero nunca del deseo de aprender.

La educación que ofrecemos va más allá de los libros. Se trata de crear oportunidades para que los niños y niñas de Myanmar (anteriormente llamado Birmania), refugiados en Tailandia, puedan forjar un futuro mejor. Gracias a nuestros proyectos, muchos de ellos han logrado soñar con ir a la universidad o capacitarse profesionalmente.

Ahora que comienza el descanso, los niños disfrutan de unas merecidas vacaciones, pero en Colabora Birmania, sabemos que la educación es un proceso continuo. Cada nuevo curso escolar es una nueva oportunidad para avanzar, para descubrir nuevos horizontes y para mantener vivo el sueño de un futuro mejor.

Nos preparamos para lo que vendrá, con nuevos retos, nuevas clases y con la certeza de que cada niño tiene un lugar en nuestras escuelas para regresar el próximo curso. Tu ayuda hace posible que podamos seguir brindando educación a estos niños.